Gestión activa y gestión pasiva en un fondo de renta variable global para invertir de manera óptima y sencilla en el mundo, diversificando los riesgos.

Carteras globales y diversificadas. En un entorno en el que la volatilidad y la inflación son tónicas habituales en el contexto actual -marcado por la situación bélica de Ucrania y Rusia, la subida de la inflación o el alza de los tipos de interés-, a la hora de invertir, los fondos de renta variable global se presentan cómo una de las alternativas más interesantes a considerar.

Dentro de ellos existe una opción que te permite invertir en las diferentes zonas geográficas del mundo y en los diferentes sectores económicos. Se trata del fondo de inversión Beka Optima Global, FI, con el que podrás invertir de manera sencilla y óptima en el mundo -5 continentes y 30 países-.

En el ejercicio 2021, el Beka Optima Global, FI obtuvo una rentabilidad anual de 20,21% a través de una cartera construida con la mirada puesta en la aportación al PIB mundial de las diferentes geografías, por la parte de la gestión pasiva, y en compañías con una buena rentabilidad por dividendo en la parte activa, contando con una adecuada diversificación de los riesgos.

Gestión activa y gestión pasiva en un solo producto

El fondo Beka Optima Global, FI aporta una serie de ventajas mediante la combinación de dos formas de abordar la inversión en renta variable: la gestión activa y la gestión pasiva.

Primordialmente, el objetivo de este fondo de inversión busca beneficiarnos del crecimiento económico mundial en el largo plazo, ponderando cada zona geográfica en función de su aportación al PIB mundial y no en función de la capitalización bursátil, como se ha venido haciendo tradicionalmente.

Su cartera está compuesta por compañías cotizadas en mercados secundarios y por fondos cotizados de renta variable (ETFs, por sus siglas en inglés) de réplica física, constituyendo una cartera que goza del beneficio de poder acogerse al régimen de traspasos relativo a los fondos de inversión. La parte de la cartera invertida en ETFs se invierte a través de productos que replican los índices de las principales economías mundiales. Esta parte de la cartera está muy diversificada, invirtiendo en alrededor de 5.600 compañías y ofreciendo al partícipe la posibilidad de tener, a través de un solo fondo, una cartera de ETFS con exposición global con el fin de beneficiarse del crecimiento económico mundial.

Si bien, la gestión pasiva asume el papel central en su cartera, en lo concerniente a la inversión directa en compañías, el Beka Optima Global, FI invierte en un número pequeño de compañías con una valoración razonable, alta capitalización, con un dividendo atractivo y diversificada por sectores con la finalidad de hallar un binomio de rentabilidad-riesgo óptimo.

Geografías y sectores en la gestión activa  

En la parte de inversión directa en acciones, la diversificación de las mismas permite estar invertido en los diferentes sectores de la economía, entre los que destacan: tecnología, salud, servicios públicos, servicios financieros, consumo defensivo, industria y materiales.

Por geografías, el peso principal se encuentra en los mayores economías del mundo como son Europa, América y Asia, siendo los principales países: Estados Unidos, China, Francia, Reunido Unido, Alemania, Suiza, Japón, etc.  

En definitiva, un fondo de inversión con una cartera altamente eficiente, de baja rotación y con costes reducidos, con la que invertir en renta variable a largo plazo.

Equipo de Comunicación Beka Finance.

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